Trayectoria de Virginia Glez
Desde temprana edad, Virginia desarrolló un vínculo especial con el mundo del toro. Fascinada por la majestuosidad y la energía de estos animales, encontró en las corridas de toros una forma de conectar con su espíritu salvaje. Su devoción por este ancestral espectáculo se refleja en su conocimiento profundo de la tauromaquia, su historia y su evolución a lo largo de los años. Con una perspectiva respetuosa y consciente, Virginia busca entender y transmitir la esencia de esta tradición a través de su fotografía.
La fotografía se convirtió en la otra gran pasión de Virginia. Con una cámara en mano, explora su entorno en busca de momentos llenos de emoción y belleza. Su enfoque artístico se centra en capturar la esencia de cada instante, ya sea en la quietud de un paisaje o en la intensidad de un torero enfrentándose a un toro bravo. Su habilidad para encontrar la armonía entre los elementos visuales y transmitir emociones a través de sus fotografías le ha valido reconocimiento y admiración en el ámbito local y más allá.